Por Julio Comendador Arquero. Diputado provincial y portavoz de Ciudadanos (Cs) en la Diputación de Toledo
Reivindicar es reclamar o pedir (a alguien) con vehemencia y firmeza una cosa a la que tiene derecho y de la cual ha sido desposeído o está amenazado de serlo
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Uno mira la realidad y pretende transformarla, desde siempre. En mi etapa profesional que tengo aparcada, me ponía delante del ordenador todas las mañanas con la intención de mejorar el día a día de las personas, más allá del beneficio privado. Y así es como miro la política que me está tocando vivir: como un servicio público que puede hacer grandes cosas.
En la práctica no es fácil transformar la realidad desde la política y, como muestra, lo que ha pasado con mi propuesta para mejorar el estado del río Tajo a su paso por la provincia de Toledo, que había registrado en la Diputación hace unos días para que pudiese ser debatida en el pleno de este mes. Me había reunido con técnicos, presencial y telemáticamente, había observado vertidos en la zona del Polígono Industrial de Toledo, había hecho un estudio de los datos de contaminación del Tajo disponibles en la página web del Ministerio de Transición Ecológica, etc. Con esa información, que confirmaba que el río Tajo sale de Toledo más contaminado de cómo entra, esperaba que la institución provincial se implicara en esta causa, estableciendo un programa de control de aguas en colaboración con los municipios y con la Confederación Hidrográfica del Tajo para ofrecer transparencia en la información tal y como nos solicitan los técnicos. A partir de ahí podríamos ir buscando soluciones a medio plazo, pero entendía que no podíamos esperar más. Pues, qué casualidad, el pleno de la Diputación de Toledo de este mes, se ha convertido en un chiste de 3 minutos en el que no se ha tenido a bien incluir en el orden del día dicha propuesta de dar luz a la situación del Tajo en nuestras localidades.
Yo no me metí en política para mirar hacia otro lado cuando tenemos un problema. No entiendo cómo los políticos toledanos aprueban presupuestos todos los años dando la espalda al desastre medioambiental que tenemos con el río Tajo en nuestra provincia. Se pueden hacer cosas desde lo local y desde lo provincial -empezando por controlar la calidad del agua para atajar esos vertidos incontrolados que aparecen a la vuelta de la esquina-, pero hace falta voluntad de acción y de acuerdo. Luego vendrán en campaña electoral a hablar del Tajo y ya, mientras el reloj corre y seguimos teniendo uno de los ríos más contaminados de Europa.
Identificar un problema, escuchar a los que lo sufren y a los que saben cómo enfocarlo para encontrar soluciones, y poner en práctica todos los esfuerzos para solventarlo. Esto es lo que seguiré reivindicando con firmeza desde la política. Porque desde las instituciones los de siempre tratarán de seguir amenazando con que se pierda el servicio público, intercambiándolo con artimañas administrativas como la que he sufrido este mes en la Diputación; pero yo me debo a mis paisanos. Y de ahí no me voy a salir.