Esteban Paños; Concejal-Portavoz grupo municipal Ciudadanos Cs en el Ayuntamiento de Toledo
Conozco muchos casos. Demasiados. Más de los que me gustaría. El cáncer siempre pasa muy cerca; por nuestra propia familia, por las de amigos y vecinos, por la de muchos conocidos. La noticia siempre es un mazazo. Sin excepción. Pero cuando hablamos de niños son palabras mayores. Les he visto crecer de repente y luchar como gigantes contra un monstruo completamente desconocido para ellos. Muchos vencieron; otros, desgraciadamente, no pudieron derrotarlo. Pero todos, unos y otros, nos dejan lecciones de vida. Aprendamos.
El cáncer infantil tiene nombres, muchos, pero también cifras. Cada año se diagnostican más de mil nuevos casos de niños enfermos en España, héroes que luchan cada día contra un villano que les separa de sus amigos, de sus juegos y, en muchos casos, de sus familias. Héroes cargados de esperanza, ya que la tasa de supervivencia a 5 años alcanza casi el 80%. Pero esta cifra no es suficiente: una sola muerte es demasiado. Para aumentar la supervivencia y acercarnos al 100% es imprescindible seguir investigando en nuevos tratamientos.
Insisto, es necesario dar pasos decididos en su estudio e investigación; impulsar un gran Pacto Nacional para el avance de la ciencia, así como la creación de un Comité Asesor de Ciencia y Tecnología en I+D. Además, es básico asegurar la estabilidad en la gestión política y económica de innovación y desarrollo, reforzando la Agencia Estatal de Investigación.
Siempre es un buen momento para dar voz a estos niños, pero hoy, con más motivo. Esta semana, el 15 de febrero, celebramos el Día Internacional del Cáncer Infantil con el objetivo sensibilizar y concienciar a la sociedad de su problemática y la necesidad de poner sobre la mesa más y mejores recursos para luchar contra el. Y ahí entra en juego el papel de los gestores y responsables políticos. No hay excusa. Seamos valientes y pongamos a disposición de estos pequeños grandes héroes las armas necesarias para vencer a ese monstruo con el que nunca debieron encontrarse.